En la Residencia Torres de Serranos, cada festividad se convierte en una oportunidad para celebrar nuestras tradiciones, salir a disfrutar de la ciudad y, sobre todo, crear recuerdos especiales junto a nuestros residentes. Este mes de mayo hemos tenido el placer de participar, a nuestra manera, en una de las celebraciones más importantes y emotivas de la ciudad: la Fiesta de la Virgen de los Desamparados.

Cada segundo domingo de mayo, València rinde homenaje a su patrona, la Mare de Déu dels Desamparats, cariñosamente conocida como «La Geperudeta». Se trata de una fiesta profundamente arraigada en el corazón de todos los valencianos, que pasa de generación en generación. En este 2025, la emoción fue aún mayor, ya que el tapiz floral instalado en la fachada de la Basílica —desde el 8 de mayo— rindió homenaje a los voluntarios que participaron en las tareas de limpieza tras la DANA. Un gesto simbólico de agradecimiento que emocionó a toda la ciudadanía.

El tapiz, situado en el corazón de la Plaza de la Virgen, representaba a la Virgen rodeada de un jardín de inspiración romántica. Sobre ella, un mensaje en letras rojas: “gracias voluntarios”, coronaba la escena. En la parte inferior, unas figuras cruzaban un “puente de la solidaridad” portando escobas, como símbolo del trabajo colectivo, el esfuerzo común y la unión ante la adversidad. Una imagen que no solo impactó por su belleza, sino también por el mensaje humano y solidario que transmitía.

Desde la Residencia Torres de Serranos, aprovechamos nuestra privilegiada ubicación en el centro de València para organizar una salida especial a la Plaza de la Virgen el domingo 12 de mayo. Fue una jornada entrañable, donde pudimos disfrutar del buen tiempo primaveral, pasear tranquilamente por el centro y, lo más importante, compartir la alegría de vivir una tradición tan significativa. Nuestros residentes quedaron maravillados con las decoraciones florales naturales que adornaban las calles, balcones y fachadas. Pero sin duda, el gran protagonista del día fue el tapiz, que nos dejó sin palabras por su belleza y simbolismo.

Durante el paseo, no faltaron las conversaciones, los recuerdos de celebraciones pasadas y las anécdotas compartidas entre residentes y acompañantes. Esta experiencia no solo nos permitió participar en la Fiesta de la Virgen de los Desamparados, sino también fomentar el bienestar emocional, la conexión con nuestras raíces culturales y el valor de formar parte de la vida activa de la ciudad.

En la Residencia Torres de Serranos creemos firmemente que envejecer no significa dejar de vivir ni de disfrutar. Actividades como esta refuerzan la autoestima, favorecen la socialización y mantienen vivas las tradiciones que tanto significado tienen para nuestros mayores